Edición Extra de FPE 24, mayo de 2019

Peligros de los rociadores contra incendio falsos o no certificados

Por el Ing. Russell P. Fleming, Miembro de la Asociación de Ingenieros de Protección contra Incendios (SFPE)

Se sabe que los sistemas de rociadores contra incendio son el elemento más importante en la protección contra incendios, pero los ingenieros PCI reconocen que estos sistemas deben estar bien diseñados, instalados y mantenidos para que funcionen de manera efectiva. La calidad del producto es clave. Los laboratorios de certificación de productos, como UL y FM Approvals en los Estados Unidos, VdS en Alemania y LPCB en el Reino Unido, han desarrollado requisitos y métodos de prueba específicos destinados a garantizar la efectividad de los rociadores contra incendio automáticos y han cooperado con el desarrollo de normas internacionales a través de la Organización de Normas Internacionales (ISO) para asegurarse de que los demás entes certificadores del mundo también utilicen las mediciones de pruebas correctas.

Desafortunadamente, el creciente uso de los rociadores ha permitido que ingresen al mercado fabricantes que utilizan productos falsos o no certificados. Sin haber sido sometidos a las pruebas y evaluaciones de organismos independientes y sin tener piezas o materiales normalizados, es probable que estos sistemas no funcionen correctamente cuando se los necesite. Reconociendo que ésta es una cuestión de seguridad pública, la International Fire Suppression Alliance (IFSA) ha realizado un llamado de atención para alertar sobre los peligros de los rociadores falsos o no certificados.

La producción de versiones falsas de rociadores legítimos parece ser un problema en crecimiento, especialmente en Asia, América Latina, África y el Medio Oriente. Para proteger el valor de sus certificaciones, tanto UL como FM tienen programas activos contra la falsificación de una amplia variedad de productos y publican boletines técnicos cuando descubren rociadores falsos. En los últimos dos años, la cantidad de boletines de alerta por rociadores falsos publicados solo por UL (10), superó la cantidad de boletines publicados en los 10 años anteriores.

Sin embargo, los rociadores falsos son solo una pequeña parte de los rociadores que no están certificados, porque algunos fabricantes irresponsables simplemente no se molestan en verificar que sus productos cumplan con las normas. En 2015, la IFSA emitió una Alerta de Seguridad cuando se propuso utilizar unos rociadores no certificados que decían ser de supresión y respuesta rápida (ESFR) en un almacén de China. A pedido de la IFSA, UL examinó y realizó pruebas en los rociadores y descubrió que no tenían las propiedades esenciales de los rociadores ESFR y presentaban deficiencias importantes en la distribución del agua y la confiabilidad a largo plazo. En otros casos, se encontró que los rociadores no certificados estaban construidos con materiales que simplemente no resistían el calor de un incendio.

Las deficiencias en la protección de los bienes pueden generar pérdidas innecesarias, pero la preocupación es mucho mayor cuando los que fallan son los sistemas que protegen vidas. En 2016, la Asociación Brasilera de Rociadores ABSpk cooperó con la IFSA en la extracción de cientos de rociadores no certificados de dos edificios de San Pablo, Brasil. Brasil controla cuidadosamente la importación de rociadores y, en los últimos años, ha descubierto que hay una gran cantidad de rociadores no certificados que lograron llegar al mercado.

Uno de los edificios de los que se extrajeron los rociadores para su evaluación era una playa de estacionamiento pública y el otro, una torre de oficinas. En ambas propiedades, se debían haber utilizado rociadores para seguridad pública. En los dos casos, se retiraron los rociadores con sumo cuidado y se enviaron a reconocidos laboratorios de prueba para su examen y evaluación.

FM Approvals comparó los rociadores extraídos de la torre de oficinas con sus requisitos de prueba en 13 áreas y encontró deficiencias de rendimiento en la mitad de las áreas examinadas: análisis de materiales, características de la distribución del agua, resistencia al uso pesado y abuso, potencial atascamiento de piezas operativas (obstrucción), carga de ensamblado vs. resistencia de la estructura, y resistencia a la corrosión de la sal del agua. Las pruebas de obstrucción fueron las más preocupantes, con un índice de falla acumulado del 47,5% en 40 muestras testeadas. Hasta el 100% de las muestras tuvieron un atascamiento de las piezas operativas en al menos una combinación de configuración y presión. Estos resultados sugieren que los rociadores no podrían desarrollar un patrón de distribución de agua efectivo en caso de incendio, lo que compromete seriamente su efectividad. 

Figura 1: Si bien la norma internacional ISO 6182-1 exige que la estructura de los rociadores soporte una temperatura de 800oC (1472oF) durante 15 minutos, la estructura de este rociador falso se derritió en menos de 3 minutos.

La comparación de la carga de ensamblado con la resistencia de la estructura también fue preocupante, ya que las pruebas mostraron que la carga en los bulbos del rociador era muy superior a la que debería tener como factor de seguridad para evitar la descarga imprevista de agua cuando no hay ningún incendio. Cuando se producen estas descargas accidentales, lo más probable es que los sistemas se desconecten para evitar el daño del agua y, por lo tanto, no estén disponibles ante una emergencia de incendio.

UL reportó dos áreas de deficiencias principales en los rociadores de la playa de estacionamiento. La primera fue que los rociadores, tanto los modelos verticales como los colgantes, tenían sellos herméticos tipo “O-ring” que habían sido prohibidos en 2003 porque existe la posibilidad de que no permitan la descarga de agua una vez expuestos a las condiciones de instalación del campo, ya que tienen tendencia a adherirse a las superficies de contacto, lo que impide su funcionamiento correcto. Tal vez por los O-rings, los rociadores no funcionaron correctamente con baja presión de agua y tuvieron un rendimiento poco satisfactorio en varias otras áreas, como el atascamiento de piezas operativas, patrones de distribución de agua inadecuados y una disminución de la capacidad de controlar el fuego. Por esta última limitación, no lograron pasar la prueba de incendio del encofrado de madera estándar, considerada la prueba básica para saber si un rociador contra incendio puede cumplir con la función de apagar o controlar el fuego.

Ha quedado demostrado que los rociadores no certificados eran un peligro para la seguridad pública en ambos lugares de donde fueron extraídos. Estos rociadores se reemplazaron por rociadores debidamente certificados pero no se sabe cuántos otros edificios continúan siendo un riesgo para el público por su falta de certificación.

La excelente reputación de los rociadores contra incendio como herramienta fundamental para combatir los incendios puede verse seriamente afectada si no se hace un esfuerzo a nivel mundial por garantizar la calidad del producto. La IFSA está solicitando a todas las autoridades gubernamentales que exijan que todos los rociadores sean testeados y evaluados conforme a las normas apropiadas para el producto y que cada rociador tenga la marca de certificación de un reconocido laboratorio de pruebas de rociadores contra incendio.

Figura 2: La obstrucción o atascamiento de las piezas operativas puede distorsionar mucho el patrón de distribución de agua del rociador, comprometiendo su capacidad de controlar o apagar un incendio.

Para concientizar sobre el problema, la IFSA ha producido un video de seis minutos disponible en inglés, español, portugués y chino mandarín que se puede ver en: https://www.youtube.com/channel/UCwdqBIhe3bqy4dRxQOBfPWQ
Actualmente se están desarrollando versiones en árabe y turco.

Ya se han tomado algunas medidas que demostraron ser exitosas. A finales de 2018, el estado de San Pablo sancionó una ley que exige el uso de rociadores contra incendio certificados. Se espera que el resto de Brasil tome medidas similares al respecto.

¿Cómo pueden los ingenieros y contratistas PCI y las autoridades competentes asegurarse de que solo se instalen rociadores debidamente certificados? Para garantizar su legitimidad, las marcas de certificación de los rociadores deben ser constatadas con los directorios de aprobación en línea de UL, FM, VdS o LPCB. Tal vez, la precaución más básica sea una cadena de suministro del producto confiable –solo se deben comprar rociadores a fuentes de renombre.

La ausencia de rociadores contra incendio pone en riesgo la vida, pero la vida de las personas también corre peligro si los rociadores no funcionan correctamente. Las certificaciones son esenciales para garantizar la calidad del producto.

El Ing. Russell P. Fleming, PE, Miembro de la SFPE, trabaja para International Fire Suppression Alliance, Ltd.